sábado, 26 de enero de 2019

RESÚMENES DE HISTORIA REVOLUCIONES LIBERALES


Las revoluciones en Europa entre 1830 y 1848

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Entre 1830 y 1848 se produjeron dos grandes oleadas revolucionarias en Europa. Entre 1830 y 1834 de produjo otro ciclo revolucionario, destacando la revolución en Francia de 1830. La otra gran revolución, llegaría con las revoluciones de 1847-1848, que tuvieron un mayor componente social y nacionalista que las anteriores.
Las dos oleadas revolucionarias estuvieron inspiradas en los principios de la Revolución francesa, considerada como modelo. Estas revoluciones se oponían al sistema de la Restauración (del absolutismo) y a las monarquías absolutas.

Las revoluciones de 1830
Las revoluciones en torno a 1830 fueron más profundas y afectaron a casi toda Europa.
En Francia, los Borbones fueron derrocados en la revolución de julio de 1830, subiendo  al trono Luis Felipe de Orleáns, iniciándose un sistema político liberal de monarquía constitucional. Bélgica se independizó de Holanda, estableciendo una monarquía liberal, siendo reconocida por Francia y Gran Bretaña. En España y Portugal, a principios de esa década, se instauraron monarquías constitucionales, aunque se inició un largo e intenso período de guerras civiles con los absolutistas, miguelistas en Portugal y carlistas en España.
En Europa central y oriental las revoluciones no tuvieron tanto éxito. Las revoluciones que estallaron en diversos estados italianos fueron duramente reprimidas por los austriacos. En algunos estados alemanes se aprobaron constituciones pero muy pronto fueron derogadas por la presión de Metternich desde Viena. En Polonia se proclamó la independencia pero la rebelión fue aplastada por los rusos.
                                        

A diferencia de anteriores revoluciones, en las de 1830 tuvo gran influencia el fuerte descontento de las clases populares (la clase obrera). El protagonismo en las revoluciones ya no fue de las sociedades secretas ni de los conspiradores sino de las propias masas. Más allá de las peticiones de los liberales moderados, surgió un movimiento democrático y republicano más radical, demostrando la división que estaba surgiendo en el seno del liberalismo. Ese movimiento no tardaría en enfrentarse, por ejemplo, contra la nueva monarquía constitucional francesa, basada en los principios del liberalismo moderado: sufragio censitario y control del sistema por la alta burguesía.



Las revoluciones de 1848: “la primavera de los pueblos”

Las revoluciones europeas de 1848 fueron las últimas de las tres grandes oleadas revolucionarias del siglo XIX. Compartían con las anteriores su inspiración en los principios de la Revolución francesa, pero fueron más importantes en extensión, más radicales, con mayor base social, y con fuertes componentes nacionalistas en algunos lugares.
Las revoluciones en torno a 1848 tuvieron un gran éxito inicial y simultáneo en Francia, gran parte de Italia, Suiza, los estados alemanes, el Imperio austriaco y Prusia. Nunca ninguna revolución estuvo más cerca de ser considerada una “revolución mundial”. Pero, también, su fracaso fue muy rápido en gran parte de Europa.
Las revoluciones de 1848 pueden ser calificadas de democráticas y tuvieron, como hemos señalado, un fuerte contenido social. En los años anteriores a 1848, Europa sufrió una fuerte crisis agraria e industrial, que generó hambre y descontento entre los trabajadores. En el 48, las grandes ciudades europeas como París, Berlín, Viena, Praga, Milán, Roma o Budapest se llenaron de barricadas levantadas por trabajadores urbanos pobres, que reclamaban derechos y libertades radicales: sufragio universal masculino, repúblicas democráticas y sociales, asistencia a los más necesitados y desempleados, derecho al trabajo y a la libre sindicación. Estas reivindicaciones atemorizaron a los liberales moderados que, muy pronto, abandonaron las revoluciones, y contribuyeron a la represión pactando con los sectores más conservadores de la sociedad. Por otro lado, las revoluciones de 1848 fueron más urbanas que rurales; los campesinos se mantuvieron indiferentes y hasta hostiles.
La revolución de febrero de 1848 en Francia
La revolución que mejor ejemplifica la oleada de 1848 fue, sin lugar a dudas, la francesa. París fue el gran escenario revolucionario, lleno de barricadas y clave para el derrocamiento de Luis Felipe de Orleáns. Se proclamó la Segunda República y se formó un gobierno provisional, en el que estuvo presente un socialista, Luis Blanc. El gobierno tuvo como uno de sus principales objetivos el de dar trabajo a través del sistema de los “talleres nacionales”, así como un subsidio para los parados. Además, fijó la jornada laboral máxima en 10 horas. Pero los electores dieron la espalda a la izquierda en las elecciones de abril gracias a los votos del campo francés que fueron hacia los candidatos moderados, temerosos de lo que consideraban el extremismo de la capital. Nació una república conservadora que abolió todas las medidas sociales anteriores y aplastó la rebelión de los obreros parisinos en junio. En diciembre de 1848 fue elegido como presidente Luis Napoleón Bonaparte, sobrino del emperador, que a los tres años liquidaría la república y establecería el Segundo Imperio.
El componente nacionalista de las revoluciones de 1848
La importancia del nacionalismo en las revoluciones de 1848 fue mucho mayor que en las anteriores oleadas revolucionarias.
En el Imperio austriaco,  además de producirse la caída de Metternich y abolirse la servidumbre en todo el imperio, los húngaros lograron una constitución y un parlamento propios, y los checos obtuvieron algunas concesiones tras la sublevación de Praga.
En Italia se rebelaron Milán y Venecia contra los austriacos y pidieron ayuda al reino del Piamonte, cuyo rey deseaba engrandecer su estado. En Roma, el nacionalista y demócrata Mazzini logró establecer la república en 1849.
En la Confederación Germánica, los liberales de varios estados se reunieron y convocaron un parlamento alemán en Fráncfort, elegido por sufragio universal. En esta asamblea se dedicaron a redactar una constitución nacional.




Pero, a partir del verano de 1848 comenzó la represión de los movimientos revolucionarios. El gobierno austriaco anuló muchas concesiones liberales menos la relativa al final de la servidumbre, y su ejército reprimió duramente los movimientos revolucionarios en Viena, Praga, Budapest, Milán y Venecia. Por su parte, el Parlamento de Fráncfort se disolvió. En Hungría, el ejército austriaco encontró mayor resistencia y necesitó el apoyo ruso para imponerse. En Italia, los austriacos tuvieron que enfrentarse al ejército piamontés. Roma regresó a su sistema político anterior gracias al apoyo del gobierno francés, que quería intervenir para contrarrestar la influencia austriaca en la península itálica.
Consecuencias de las revoluciones de 1848

A pesar del fracaso, se pueden sacar una serie de consecuencias destacables de las revoluciones de 1848.
·         En el plano internacional, se abandonó el sistema internacional de la Restauración, implantado por el Congreso de Viena de 1815 y las alianzas posteriores.

·         Surgió un nacionalismo insatisfecho, que fue cobrando fuerza en Italia, en Alemania, pero también en Hungría y Bohemia. Los liberales moderados se asentaron en el poder en muchos estados europeos, pactando con la aristocracia.

·         La burguesía aparcó el sueño revolucionario para hacerse conservadora.

·         Por su parte, los obreros urbanos, conscientes de su derrota, falta de preparación revolucionaria y de apoyos, comenzaron a organizarse de forma autónoma en un claro ejercicio de conciencia de clase. Surge una nueva fuerza política, EL MOVIMIENTO OBRERO.



VOCABULARIO QUE PUEDE ENTRAR DE LAS PÁGINAS 54 Y 55
Todo el vocabulario de estas dos hojas hace referencia al tema de la AGRICULTURA y las mejoras que esta sufrió debido a la revolución industrial y las nuevas técnicas de cultivo (mecanización de los arados, rotación de cultivos, mejoras en la fertilización o abono de la tierra, etc.)
Los precios de los cereales básicos (trigo, cebada y centeno, básicos en la alimentación de las personas) subieron mucho de precio, por lo que muchos propietarios ocuparon las tierras de usos colectivo y empezaron a cercar (cerrar con vayas) sus tierras.
Hubo una serie de leyes promulgadas por el parlamento inglés que se denominaron ENCLOSURE ACTS, que favorecieron que unos pocos propietarios pudiesen concentrar o agrupar todas sus tierras y hacerse dueños de grandes extensiones que pudieron cercar (enclosures, o campos cercados), mientras que los pequeños propietarios, que no disponían de dinero para cercar sus tierras, ni para máquinas, tuvieron que malvender sus tierras e irse a trabajar a otros campos o a las ciudades por salarios muy bajos, lo que les empobreció aún más.
Sistema Norflok à Es un sistema de rotación de cultivos, que mejora mucho l fertilidad de la tierra y da mejores cosechas, eliminando el barbecho (es dejar uno o dos años la tierra sin cultivar para que se recuperé) Consiste en ir rotando o cambiando de cultivos en cada zona para que la tierra no se agote.
Resultado de imagen de sistema norfolk
La rotación del cultivos del sistema Norflok hizo que se pudiera cultivas más extensión de terreno, que hubiese mejores cosechas, que mejorase la fertilidad del suelo y que hubiese más alimentos para el ganado y por tanto más ganado, carne y leche. La alimentación de las personas mejoró mucho gracias a una mayor producción de alimentos






La invención de nuevas máquinas para la agricultura.
El ARADO DE ROTHERDAM à Este nuevo arado permitió remover los campos con mayor facilidad, conseguir mayor profundidad de arado y cubrir las semillas con más tierra para protegerlas del frío y que no se las comiesen los pájaros. Recordemos que hasta este arado, los campos se araban con un arado de madera, poco profundo y empujado por la fuerza del hombre
Con estos nuevos arados, se introdicirá la SIEMBRA MECÁNICA, en surcos o hileras paralelas, fue los que se llamó , método Jethro Tull, que permitió mejor la recogida de los frutos y la eliminación de las malas hierbas.
Siembra en Camellones   Resultado de imagen de arado de rotherham
La máquina de vapor se aplicó a la creación de segadoras (máquinas para cortar o segar el trigo y otros cereales)  y trilladoras (máquinas para separar el trigo y la paja)
Resultado de imagen de siembra mecánica de la revolucion industrial
La siembra mecánica supuso un gran avance y mejoraron la producción de cereales.

lunes, 21 de enero de 2019

MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98

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MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98

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